• TECHO: Como en todo espacio, la luz general en el dormitorio no debe deslumbrar, sino permitir realizar tareas sencillas, acomodar la cama, limpiar o encontrar un objeto con rapidez. Éste es un ambiente ideal para lucir un colgante con un buen diseño.
Las arañas en cristal, bronce o platil con caireles son una opción ideal cuando queremos lograr una decoración romántica y delicada, por otro lado, los colgantes más bien rústicos (Fibras naturales como el ratán, seagrass y también los tejidos en hilo o lanas) crean atmósferas más desestructuradas, livianas y sencillas.
• MESAS DE LUZ: Son las encargadas de dar una sutil iluminación ambiental o defecto mediante lámparas que destaquen el estilo global del dormitorio.
Por otro lado, los artefactos que utilicemos sobre las mesas de noche deben aportarnos la luz necesaria para poder leer y ver sin tener que forzar la vista. Iguales o diferentes deben tener una relación directa con el colgante que utilicemos para el techo y guardar proporción con el tamaño de nuestra mesa.
DATO ÚTIL: Pequeños colgantes de diseño sobre cada mesa de luz pueden resultar sumamente prácticos ya que despejarán la misma y podremos apoyar más objetos, a la vez que aportarán el toque de originalidad.
• ESPEJO: Tan importante como mirarnos en el espejo del baño para chequear que nos hemos maquillado correctamente es tener en el dormitorio un espejo bien iluminado, frente al cuál sea un verdadero placer vestirse para salir.
Podemos utilizar embutidos en el cielorraso o bien focos direccionables y si queremos armar un espacio más acogedor las lámparas de pie son la opción correcta, junto con una alfombra mullida, un sillón confortable y una mesita o mueble en el que podamos apoyar nuestras cosas.